sábado, 30 de agosto de 2008

.untitled.


"¿Y yo por qué no me he rebelado? ¿Quién puede contestarme a esta pregunta? Yo mismo no puedo. Sé que existo así, como negación. Y cuando me digo todas estas cosas no estoy triste, sino que el alma se me queda en silencio, la cabeza en vacío. Entonces, después de ese silencio y vacío me sube desde el corazón la curiosidad del asesinato. Eso mismo. No estoy loco, ya que sé pensar, razonar. Me sube la curiosidad del asesinato, curiosidad que debe ser mi última tristeza, la tristeza de la curiosidad. O el demonio de la curiosidad. Ver cómo soy a través de un crimen. Eso, eso mismo. Ver cómo se comporta mi conciencia y mi sensibilidad en la acción de un crimen.
(...)
Sin embargo, a pesar de todo existen las tinieblas y el alma del hombre es triste. Infinitamente triste. Mas la vida no puede ser así. Un sentimiento interno me dice que la vida no debe ser así. Si yo descubriera la particularidad de por qué la vida no puede ser así, me pincharía, y como un globo me desinflaría de todo este viento de mentira y quedaría de mi apariencia actual un hombre flamante, fuerte como uno de los primeros dioses que animaron la creación."



Roberto Arlt
Los siete locos

2 comentarios:

Anita dijo...

Me compré "Los Siete Locos" en la feria del libro del 2006. Aún sigue en mi biblioteca, sin abrir.

Gracias por hacerme sentir la peor lectora del mundo (?)


Por cierto, luego de leído esto me puse a pensar que mientras estés en casa podés llegar a aprovechar una noche, y zás! Anita muera =( Obviamente durmiendo, para variar...

Anita dijo...

PS: lo de los blogs amigos podés hacerlo tranquilamente con una opción de Blogger, eh? Es una de las últimas cosas que le agregaron.